Angel es una de las fragancias más aclamadas de Mugler. Su aroma no deja a nadie indiferente, o lo odias o lo amas. Después de 30 años de su primer lanzamiento, este verano nos sorprende con una nueva versión más fresca, se trata de Angel Eau de Toilette.
Su aroma me recuerda bastante a la fragancia Angel Innocent, una de mis fragancias favoritas. Suave, femenina y con una calidad de aromas que la convierte en un aroma difícil de imitar.
Ya disfrute de su predecesora Angel Eau Croisière hace apenas unos meses la cual me dejó muy buen sabor de boca con la llegada de la primavera.
¿Cómo huele Angel Eau de Toilette?
La impronta olfativa mítica de Angel se reinterpreta en una fragancia que se desvela a través de tres facetas: luminosa, ultradeliciosa y aterciopelada.
Notas de salida
El maridaje entre la acidulada y chispeante esencia de mandarina y la delicada peonía crea un destello ligero y luminoso.
Esta faceta delicada y jugosa ofrece un placer inmediato para los sentidos, como las suaves y reconfortantes caricias de los primeros rayos de sol.
Corazón
La audacia del praliné junto a la esencia natural de manzana sorprende por su originalidad. Con una presencia sobredimensionada, el emblemático praliné de Angel se ve compensado en su justa medida por la esencia de manzana, que aporta una bocanada verde, fresca y chispeante.
Obtenida a través de sofisticadas técnicas de destilación, la esencia de manzana, procedente de la industria alimentaria, se utiliza por primera vez en perfumería. Una invitación a disfrutar de la vida y una encarnación del placer de ser una misma. La emblemática faceta golosa de Angel se reinterpreta de una manera deliciosamente irresistible.
Fondo
La profundidad amaderada del pachulí, el ingrediente emblemático de Angel, se armoniza con el calor ambarino de un acorde de madera rubia con notas de cedro y textura luminosa, como la expresión de una sensualidad a flor de piel.
