¿Cómo afecta el envejecimiento a nuestra piel y cómo prevenirlo?

El órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel, no es ajena al deterioro a causa del paso del tiempo. Sin embargo, factores como la larga exposición a la luz solar o nuestros hábitos pueden acelerar su envejecimiento. Contra ello, existen algunos consejos a tener en cuenta para reducir el impacto. 

Nunca subestimes el órgano más grande del cuerpo

La piel es una de las partes fundamentales de nuestro organismo que sufre durante mayor tiempo la exposición a elementos adversos. Como el órgano más grande del cuerpo, las funciones de la piel vertebran uno de los escudos más importantes de los que disponemos. Evitando que agentes nocivos externos accedan a los órganos vitales, ayudando a regular la temperatura corporal y sirviendo como un primer muro de contención contra los golpes. Sin embargo, su deterioro puede llegar a causar graves problemas que, por fortuna, podemos prevenir.

Como cualquier parte del cuerpo, algunos de estos problemas tienen que ver sobre todo con su envejecimiento. Pero, además, factores como nuestro estilo de vida o una exposición excesiva a la luz solar aceleran su deterioro al paso del tiempo. Hoy día, productos para el cuidado de la piel contra el fotoenvejecimiento como los de Gernetic —una firma de cosméticos de gran contribución dérmica— pueden reparar ciertos daños. Y es que conocer todo cuanto está en nuestras manos para proteger, reparar o rejuvenecer la piel es vital para mantener su buen estado de salud. Desde saber qué factores pueden alterar su equilibrio hasta cómo revertir o contener dichas alteraciones.

prevenir el fotoenvejecimiento

¿Por qué nuestra piel envejece?

Dada nuestra condición de seres vivos, nuestra existencia se ve limitada a una serie más o menos indefinida de años de esperanza de vida. Durante la misma, la totalidad de nuestro organismo sucumbe al paso del tiempo, presentándose en la mayoría de los casos en una movilidad más reducida, algunos fallos o retrocesos cognitivos y, por supuesto, un deterioro progresivo de nuestra salud. La piel, como parte del cuerpo, no es ajena a ese proceso. Menos aún, dada su exposición constante al exterior. Así, las células de nuestra piel dejan de hacer su función adecuadamente, produciendo menos colágeno y otras proteínas fundamentales en su estructura.

Pero, como se ha mencionado, existen otros factores que contribuyen a su deterioro. Por una parte, hábitos como el consumo de tabaco o una mala alimentación tienen también sus efectos adversos sobre la piel. Aunque, entre los factores más olvidados, cabe destacar el fotoenvejecimiento como un factor de riesgo. Causado por una exposición prolongada a la radiación solar, añadiendo la ausencia de la protección más indicada para evitar su exceso, éste acelera el envejecimiento natural de la piel. Por ejemplo, causando una presencia de manchas y arrugas prematuras, que aparecen aproximadamente veinte años antes de lo que deberían según las estimaciones.

Aprendiendo a proteger la piel de la luz solar

La radiación ultravioleta es la responsable de buena parte del deterioro que presenta nuestra piel. De nuevo, algunos estudios sugieren que la luz solar está detrás de el 80% de las marcas visibles del envejecimiento en nuestra piel. Desafortunadamente, muchos consideran que productos como la crema solar sólo deben utilizarse al llegar el verano, dada la mayor actividad y potencia solar. La realidad, sin embargo, es que todos deberíamos aplicar fotoprotectores específicos, en función tanto de nuestro tipo de piel como del entorno al que nos expondremos. Siendo un plus de cuidado hidratarla debidamente para prevenir elementos como la irritación o rellenar las arrugas.

Además, otra actividad de prevención que podemos llevar a cabo es la de aplicar ciertos cosméticos beneficiosos para el cuidado de nuestra piel. En el caso de la ya antes mencionada Gernetic, contando con una gama de productos que, bajo el aprendizaje de más de 40 años de experiencia, parten de los principios activos de las células de la piel para mejorar su estado y reparar los daños. Un modo de estimular estas células a fin de que éstas regeneren los tejidos. Destacando también aquellos cosméticos que incluyen un filtro solar además de los componentes adecuados según el tipo de piel o necesidad de la misma.

Algunos consejos más para cuidar de nuestra piel

Evidentemente, cuidar de nuestra piel no sólo atañe al modo en que la protegemos de la luz solar o nuestro estilo de vida y alimentación. También debemos añadir al paquete de cuidados actividades diarias para prevenir el daño en la piel. Tomando un buen ejemplo, muchos de los productos de higiene que utilizamos suelen ser relativamente agresivos; razón por la que pueden deteriorar la piel. Por ello, es recomendable usar un jabón suave para nuestro tipo específico de piel en cada lavado. Y, además, como consejo que suele pasar desapercibido, secar nuestra piel con delicadeza.  

Como se ha mencionado, nuestro estilo de vida y nuestros hábitos son también de gran importancia para nuestra piel, dado que ésta los refleja. De este modo, beber el agua suficiente al día es vital para hidratar nuestra piel, siendo incluso recomendable reducir el café y sustituirlo por té e infusiones. Por otro lado, de igual importancia es dormir las horas necesarias durante la noche para que nuestro organismo descanse y luzca bien saludable. En suma, para prevenir el inevitable envejecimiento de nuestra piel o diluir sus efectos, la calidad de vida y el bienestar es la pauta a seguir en todo caso.

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