Cuando escuchas la palabra Bótox seguro que lo primero que se te pasa por la mente son las imágenes de alguna que otra famosa deformada por el exceso o malas prácticas con el Bótox, por eso quizás nos dé tanto miedo. También he leído en foros como muchas chicas los compran en farmacias de Andorra y luego buscan a alguien que se lo puedan inyectar, mil y una locuras que asombran…
Hoy os traigo una interesante entrevista con unas especialistas, las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto las cuales nos explican las verdades y mentiras que existen sobre el Bótox. Una práctica que cada día es más común aunque por ello no debemos bajar la guardia y acudir siempre a médicos especialistas, no solo por conseguir los resultados fiables sino lo más importante por nuestra salud.
¿Cómo actúa el bótox a la hora de corregir las arrugas?
El bótox es el tratamiento por excelencia para tratar arrugas de expresión. Los mejores resultados siempre se obtienen cuando actuamos directamente sobre el origen del problema.
La toxina botulínica tipo A actúa suavizando la actividad muscular responsable de ciertas arrugas que, como las del entrecejo o patas de gallo, están producidas por la contracción repetida de los músculos. Solo reduciendo esta actividad logramos corregir estas arrugas de manera eficaz.
¿Es un método seguro?
Es uno de los tratamientos más seguros del que dispone la medicina estética. Son pocos los productos que disponen de tantos años de uso, de tantos estudios clínicos y de tantos controles como la toxina botulínica tipo A. se ha utilizado desde hace 20 años para corregir enfermedades musculares en niños y adultos, por lo q conocemos muy bien sus efectos a corto y largo plazo.
Por otro lado es un tratamiento que en arrugas es mucho más seguro aún, ya que las dosis utilizadas son mínimas si las comparamos con las que se puede aplicar en un niño con espasticidad. En el tratamiento de arrugas usamos unas 50 Unidades, mientras que en estos niños se llegan a aplicar hasta 400 unidades.
La seguridad no solo depende del producto, si no de quien lo aplica. Por eso está regulado por sanidad que únicamente pueden aplicarla los centros y profesionales que cumplen con los requisitos indispensables para la conservación y administración de este medicamento.
¿Se obtienen resultados satisfactorios?
Muchos. Siempre y cuando el paciente conozca los resultados reales que puede esperar. Es importante explicar que solo trata arrugas de expresión, que los resultados son transitorios y que en caso de arrugas muy marcadas no basta con la toxina botulínica tipo A para tratarlas.
Y… ¿el bótox engancha?
No engancha en el sentido de que una vez aplicada no podemos vivir sin ella, ni nos veremos peor que antes una vez se vaya el efecto. Es como decir que darse mechas engancha. No es que enganche el bótox, lo que nos lleva a repetir el tratamiento es el deseo de tener buena cara, pues la toxina botulínica tipo A nos da un aspecto fresco y descansado.
¿Cuándo no se tiene que utilizar?
Evidentemente, en menores de edad, mujeres embarazadas, madres lactantes, personas con enfermedades neuromusculares o que toman ciertos medicamentos. Por otro lado, tampoco lo utilizaría en una persona que no comprendiera bien los resultados reales del tratamiento.
¿Es posible abusar del bótox?
Mientras estemos guiados por un buen médico no es posible abusar de La toxina botulínica tipo A, ya que hay unas pautas muy concretas de uso y unas dosis establecidas. Eso no quita que haya pacientes que vayan de un médico a otro solicitando el tratamiento sin comentarles que ya se lo han aplicado previamente. Es importante que el seguimiento lo realice un solo facultativo.
¿Cuál es su mejor aplicación?
El tratamiento de arrugas de expresión.
Yo creo que nunca me lo pondría!Besos